miércoles, 21 de marzo de 2012

La Música en el Plan de Estudios

Capítulo: “La Música en la Educación Infantil” 

Autor: Robert L. Garretson                            Año: 1976                   Editorial: Diana


¿Cuál es la utilidad de la Educación Musical en las escuelas? y ¿Cuáles son las nuevas vías que han planteado los educadores musicales y los que se encargan de lograr estas nuevas metas?, son las interrogantes que Garretson intenta dar respuesta mediante la presentación de este documento.
Los profesores de la escuela de hoy, no logran comprender a cabalidad los objetivos generales de la educación musical, ni mucho menos llegar a fondo acerca de su utilidad y firmes propósitos, lo cual dificulta llegar al máximo de sus beneficios posibles, lo que a su vez no resulta de ello una enseñanza eficaz.
Ya en el pasado se hicieron variadas afirmaciones acerca de la utilidad que generaba la participación musical, las que a su vez han justificado la presencia de esta área en el currículum escolar. Sin embargo, existen otros aspectos por los cuáles vale la pena impartir música en los establecimientos. El primero de ellos, y el más importante, resulta ser aparece el valor estético y expresivo que presenta la música, pues esta refina y humaniza todo el ser del hombre y lo vuelve a su naturaleza más esencial. Es por esta razón principal que el  Programa de Estudios que sustenta la enseñanza de la música en los colegios, debe procurar ampliar la base empírica de los estudiantes con respecto a esta área del aprendizaje, lo que desencadenará una mayor comprensión de la naturaleza de este arte. Por su parte, el docente deberá llevar a sus alumnos a un recorrido por todos los estilos musicales, comenzando por aquellos más fáciles de comprender, y deberá explicar y a su vez clasificar las relaciones y similitudes entre lo conocido y lo nuevo o poco familiar para ellos. Todo esto en consecución de la formación de sujetos creativos.
Otra utilidad del área musical corresponde a la que se deriva de su relación cultural, pues resulta ser un elemento característico de un grupo de personas, lo cual puede resultar ser un factor primordial para llegar a conocerlo, y con ello también, adquirir sentimientos de pertenencia.
La participación musical también propiciará  el desarrollo de una buena autoestima en los niños, sin embargo, es responsabilidad fundamental de los profesores ayudar a los niños a descubrir sus propias aptitudes y así alcanzar la seguridad en sí mismos. De igual manera fomenta el trabajo en equipo y genera las habilidades propicias para ello.
Otros autores han destacado los beneficios físicos de la música, pues promueven hábitos de postura correcta y respiración adecuada. Junto con esto también se le atribuye la utilidad catártica, es decir, la capacidad que tiene para reducir tensiones lo cual favorece el trabajo de los alumnos. 
 La utilidad terapéutica de la música, es decir la musicoterapia, ha sido considerada en unidades de educación especial gracias a los importantes beneficios educativos que esta trae consigo. Es utilizada para remediar problemas de aprendizaje, establecer interacciones sociales adecuadas, para motivar a los niños que sufren trastornos emocionales o incapacidades formativas, ayudar a corregir problemas perceptivos y motores, proporcionar estimulación sensitiva, entre otras.


A nuestro parecer…
El identificar las utilidades de algo en particular, genera una actitud distinta y una postura mucho más receptiva que desencadena una valorización, pues se reconoce el por qué.
Identificar algunas de las utilidades que entrega la enseñanza de la música, nos posiciona en una mayor valoración por esta asignatura y fomenta el interés por aplicar sus beneficios en variados ámbitos escolares.
De igual manera nos predispone a potenciar a nuestros alumnos de acuerdo a sus habilidades y a estimular su trabajo en el ámbito musical.


Una propuesta de Educación Musical


Uno de los proyectos más destacados de la Fundación Barenboim-Said es la educación musical de unos 3.000 escolares de educación primaria en Andalucía. En la actualidad la Fundación imparte clases de música en 23 colegios de las provincias de Sevilla, Córdoba y Málaga. 


Además, tiene en funcionamiento cuatro coros infantiles y celebra cursos de iniciación musical para alumnos de entre tres y seis años durante los períodos de vacaciones escolares con el objetivo de proporcionarles el primer contacto con la música.

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